Declarada Bien de Interés Cultural el 3 de noviembre
de 1994.
De advocación a San Pedro Apostol,
fué construida en su totalidad por los Señores Martínez,
concretamente los fundadores fueron D. José Martínez
de Aparicio, Canónigo y Dignidad de Chantre de la Iglesia de
León, y su hermano consanguíneo el Santo Prior de la
misma Iglesia D. Miguel Martínez y de Rodrigo. La construcción
se hizo previa demolición de la anterior iglesia románica
de la misma advocación y radicante en el mismo solar que la
actual. Y a fin de que el pueblo pudiera seguir disfrutando del consuelo
de la celebración al culto religioso donaron -para entretanto
que se construía la nueva iglesia- una amplia sala de la casa
antigua del Mayorazgo de su familia en la que colocaron imagen de
Santa Gertrudis, al parecer por la particular devoción que
tenían a esta Santa o posiblemente porque ya estuviera colocada
en la misma sala de la casa que bien pudiera ser capilla antigua y
particular de la misma, quedando a partir de entonces a disposición
del pueblo y pasando, en definitiva a la parroquia de lugar al extinguirse
la familia Martínez, por lo que el pueblo empezó a conocerla
bajo el nombre de "ermita de Santa Gertrudis".
En Septiembre de 1713 se hizo la solicitud
de Licencia que los fundadores elevaron a Cabildo de la iglesia Obispal
de Siguenza, a cuya Diócesis pertenecía, para la bendición
de esa nueva iglesia ya construida, y colocar en ella el Santísimo
Sacramento e Imágenes. Licencia que le fue concedida el 6 de
Septiembre de 1713.
Cuantioso hubo de ser
el coste de construcción de esta iglesia y en su sufragio hubo
de contribuir la familia de los Aparicio-Navarro, especialmente el
obispo de Astorga D.José de Aparicio Navarro, primo hermano
de los fundadores.
La iglesia es de estilo
barroco, de una sola y amplia nave para las necesidades religiosas
del lugar, forma de cruz latina, con capillas a los lados de la nave
y bóveda circular delante de las gradas del altar mayor; la
orientación es de Sur a Norte con la portada al Norte.
La construyó Alonso
Martínez de Ochoa, Maestro de Cantería y Arquitectura,
natural del valle de Guriezo, montaña del Arzobispado de Burgos,
quien tambien hizo la casa palacio de los fundadores.
El altar Mayor de la advocación
de San Pedro Apostol que debiera denominarse de la Inmaculada Concepción,
es todo él menos las imágenes de madera de pino del
país, trabajado a azuela, estilo barroco; ostenta hermosísimas
imágenes de la Inmaculadada Concepción en su centro
colocada sobre un trono de vidrieras movibles, encima de esta imagen
la del titular: San Pedro Apostol; a los lados de la Inmaculada, San
Juaquín y Santa Ana, todas ellas de buen tamaño y muy
hermosas, y encima Santa Gertrudis y San Blas. En las paredes laterales
de este altar mayor sendos altarcitos: lado del Evangelio, contiene
imagenes de San Pedro, San Roque y Santa Apolonia; y el de la Epistola,
la Santísima Virgen, San Antonio y San Francisco, y en uno
y otro altar figura una urna conteniendo cajitas que guardan diversas
reliquias de los mártires Gaudino, Bonifacio,
Faustino y Justino que fueron donadas a los fundadores por Su Santidad
y que éstos trasladaron desde la ciudad de León.
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Bajando las gradas del altar mayor, en
el brazo de la nave principal forma la cruz latina, aparece en su
centro o cruzero amplia boveda con ventanales y en sus pechinas pintados
en colores y alternados los escudos de Martínez y Aparcio-Navarro;
en esa nave y lado del evangelio, altar de San Miguel Arcángel,
al que las gentes del lugar llama "del pecado de los ángeles",
la escultura del titular -de buen tamaño- rerpresenta a San
Miguel con escudo y lanza, en aquel la inscripción "Quien
como Dios", bajo sus pies humillado y rencoroso el demonio, en
figura espantosa, pretende resguardarse de la lanza de San Miguel
con escudo en el que se lee "Sere semejante al Altísimo".
Encima de este grupo escultural, muy bien
logrado, y en la parte superior del altar, del mismo estilo que el
Mayor y que el resto de los altares de la iglesia, pintura muy buena
representando a San Ignacio de Loyola. En el lado de la Epístola,
de la nave de que trato, otro altar semejante al de San Miguel, con
primorosa escultura de San José, y en lo alto -coronacion del
altar- pintura de San Francisco Javier, que no desmerece de la de
San Ignacio.
En el cuerpo de la iglesia, y allado del
Evangelio, capilla denominada de la Virgen de la Paz, en la que y
en altar dorado aparece la escultura de la titular. Virgen sentada
conteniendo en su regazo al Niño Jesus, es muy preciosa y de
mérito esta escultura propia de los siglos XII y XIII, desgraciadamente
retocaron las caras haciendo perder, en parte, al grupo escultural
belleza clásica de las imágenes de aquellas remotas
centurias.A continuación de esta capilla, separada de la nave
por reja sencilla, se abre la puerta que da entrada a la capilla del
Baptisterio, harto descuidada, contiene pila bautismal sencilla y
de una sola pieza colocada en el centro de la capilla que mas bien
merece el nombre de cuarto o departamento alumbrado por alargado ventanal,
en parte obstruido y cuya claridad apenas permite apreciar un altar
de dos lienzos pintados y colocados logitudinalmente, inferior representa
el bautismo de Jesús, es buena pintura, al parecer del siglo
XVI; en esta capilla se encuentra la escalera de subida al coro y
campanario así como una pila bautismal tardo románica
posterior al 1.200 muy rústica, sin apenas decoración..
Al lado de la Epístola existe una
sola Capilla -fremte a la de la Virgen de la Paz- de advocación
al Divino Cristo de los Auxilios, en la que en altar dorado con fondo
de lienzo de pintura de la ciudad Deicida, se muestra una grande y
magnifica escultura de Cristo en cruz, en actitud de entrar en agonía
con tal realismo que impresiona profundamente; el peso de esta escultura
es tan considerable que muy pocas veces se han atrevido a sacarla
en procesión. Al pié de la cruz, una urna para las Santas
Formas, muy bien dorada, con inscripción que dice se hizo en
1749. Como la capilla de la Virgen de la Paz ésta del Divino
Cristo de los Auxilios esta separada de la nave por sencilla reja,
igual a la de la capilla antecedente.
(en lo alto de sus muros aparecen unos
marcos negros de cuadros vacios de lienzos, los cuales robaron en
julio del 1910 cuatro individuos desconocidos, dicen tenían
muy buenas pinturas de asuntos religiosos)
La sacristía se encuentra detrás
del Altar Mayor con sendas puertas de entrada a los lados de éste
labradas a su igual, por lo que cerradas se confunden con las labores
propias del altar, contiene un hermoso altar retablo, en el que se
puede celebrar, que representa el entierro de Jesús, en la
pared frontera, en la que se abren dos amplios ventanales, y en su
parte inferior una amplia cajonería con catorce departamentos.
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